Estoy en mi cama
mi cama de piedras
pero al final de la noche
descansarán nuestros huesos
“Night”, Zola Jesus

02 de febrero de 2019. 02.15 am.

Pensamiento número 1.

Pero la mujer que llama mi nombre no se reduce a la inmensidad de los bosques. ¿En dónde la mujer salvaje cuando el viaje es cotidiano? Ella respira finísimo, va dejando rastros de lo que quiero ser. Acepto el desafío de salir a su encuentro. La quiero ella, es decir, yo. Nos quiero a ambas siendo una. Las dos caras de la moneda, el río y la sal, el día y la lluvia.
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Pensamiento número 2.
Dejo de nadar contra marea. Validación es la palabra.
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Pensamiento número 3.
Como pequeña revolución, vuelvo al ritual de las afirmaciones matutinas:

estoy eróticamente viva, no tengo miedo de ser vulnerable

me acepto y me apruebo como soy, estoy aprendiendo; hago lo que puedo con lo que tengo y lo que sé

acepto dejar circular la energía libremente a través mío

yo creo mi realidad, mis pensamientos son mi medicina

gracias por todo lo que pasó, lo que pasará y lo que está pasando; sin expectativas, sin espera

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Pensamiento número 4.
Miro hacia atrás. Repaso los recuerdos con la punta de mis dedos. Percibo el placer, observo el triángulo: mi verdadera naturaleza siempre desbordó los marcos. Converso conmigo: si lo que intentaste alcanzar trajo sufrimiento y angustia, tal vez no sea el camino. Yo busco la paz. ¿Por qué oponerme a lo que la vida me presenta? 

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Pensamiento número 5.
Lo que me genera angustia es querer encajar en un modelo que no es mío
en un modelo que no resuena conmigo.
*
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Pensamiento número 6.
¿Quién dice el cuándo? ¿Hasta dónde la profundidad? Me alejé de mí. Desoí mis pistas. Quizás esto es amar: abrirme como el mar, dejarme llenar por él, por vos, por ellos. Confirmar la teoría. No esconder el deseo. Recibir al alivio como una bendición en lugar de acribillarle con la culpa.

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Pensamiento número 7.
Bendita tú, mujer:
la que se lanza a lo desconocido
la que anhela el horizonte
la que canta el fuego
la que danza sobre los huesos de lo que fue

pero también
la que prepara café por la mañana
la que perfuma la cama
la que repara los grifos
la que pierde el rumbo cuando escucha un avión

Bendita yo
y mis miedos
yo y mis dudas
mis cielos

lo que me abrasa
y me deja ardiendo viva
a la deriva
Bendito sea

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Pensamiento número 8.
¿Quién dice el dónde? Busco fluir. Quiero la paz. No voy a negarme. Ya no voy a. Ya no.

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Imagen: Irina Munteanu
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sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

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