I.
Pero el coraje, esa palabra…
La calle me habla: hagamos que todo suceda.
Coraje es
Las bocas
La lengua
El latido
El ángel del patio de poesías me habla de noche, de reflejos, de espejos,
de una forma de coraje: del propio re-co-no-ci-miento.
Morder la boca
La lengua viuda
El latido cada vez que abro los ojos
II.
Mi forma de coraje:
Mirarme al espejo en la noche, en el reflejo, en el espejo del re-co-no-ci-miento
Del cuerpo
Del útero
De mi propia mirada
Digo:
La vida se expande y quiero que rebalse mis manos
y la boca mordiendo otra boca
y la lengua viuda de pretextos, prejuicios y justificaciones
y el latido al unísono con los hilos del mundo
y aprender a mirarme en los ojos de la madre que me falta:
ser mi propia madre.
III.
el universo de las manos en el cuerpo
el cuerpo en la poesía
la poesía en la boca
En la lengua
En el latido
En el coraje de tocar hasta que se duerman las manos, el coraje 
de torcer los caminos
de hacer que todo suceda
Pero el coraje, esa palabra…
Entonces Sol, necesitas volver a leer este poema.
Ilustración: elesq
sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

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