Aunque su canción haya durado 3:23;
Aunque su dulce perdure en las muelas, 
Y su fragancia a realidad en el cuaderno,
Déjalo correr.

Aunque las letras conjuguen sus silencios;
Aunque en la juguetería aún vendan el color de su sonrisa,
Déjalo correr.

Aunque ésta vez la distancia 
En lugar de completar las oraciones;
Aunque ya llegamos tarde para entrar al mes que viene,
Déjalo correr.

Aunque haya elegido viajar a otra savannah,
Destilando caminos que no llevan a tu cama;
Aunque el desierto,
Déjalo correr.

Aunque el sabor de la mirada sostenida
Aún insista en perpetuarse en tu laguna;
Aunque la agenda no encuentre los horarios,
Déjalo correr.

Aunque los pretextos, los intentos, los contextos;
Aunque la concepción de las promesas
aún sienta sangre por las venas,
Déjalo correr.

Aunque no encuentre estación en tu ciudad, 
Aunque hayas sido temporada,
Déjalo correr.

Déjalo correr 
para poder seguir corriendo.

– Notas de cuaderno 19-08-14, 2am. –

sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

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