«mi hermana y yo
pasamos la tarde
en el silencio
polvoriento
iluminado
enredado durante cincuenta años
por nuestra madre.»
Adriana Lisboa

 

Día 9.

No usaré la palabra como granada. Voy a sostenerla como rosa salvaje que se enfrenta a la soberbia en tiempos difíciles.

*

El riel que consiguió Jota lleva grabado el nombre Roma. Consiguió la estructura antes de encontrar una puerta que encaje. Poco después de escribir lo anterior, trajo una caja pequeña con una pieza de metal. Lleva consigo la palabra “Passion”. Enlazo las palabras: geografía inventada. En esta trama de los días todos los caminos conducen, inevitablemente, a la metáfora.

*

¿Cuántas manos rozarán las puertas y los marcos? ¿Quién volverá a pisar estos cerámicos con la llegada del invierno? ¿Será el erotismo lo que abarque el cuarto propio de la escritura? ¿Quién me contará los mares cuando todo esto termine?

*

Sustancia vital y poderosa: la grieta, el mármol, el nylon, el polvo, la blanca luz que será, el rumor opaco pero lábil de la pared recién pulida, el cambio que se hace tangible y todo lo cubre.

*

La amatoria del espejo. En este viaje de la quietud soy mi propia aliada pero no la única. Entonces, mi hermana. Todo está mejor de lo que jamás imaginamos. Escribo: la vida siempre esconde un As bajo la rambla.

 

Esta entrada del diario pertenece al desafío “30 días de escritura” de Maitena Caimán.
Imagen: Field Guided
sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

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