Esta casa será el hogar de las historias en plena ebullición.
Carla nos habla de un “mapa de voces” y veo todo más claro:
hemos trazado un nuevo mapa, aquel que toma las nacionalidades y teje un manto de ciudades sensibles.
Marina recita un abrazo desde Bolivia al presionar “enviar” y el recuerdo de su acento llega como el viento: una fuerza natural.
“El sol no se asoma ni se esconde, es la Tierra la que ejerce el movimiento” – dice Magalí. Y mientras Yamila me habla de su devoción por Barcelona, entiendo que nosotras somos el movimiento de todas las ciudades que hemos recorrido.
A la casa le ha crecido un pulmón adicional en el que esta historia, nuestra historia, ha sido concebida como un mapa poético.
Hemos aprendido a habitar el tiempo presente.

***
Cargamos nuestras palabras en y dentro del vientre pactando una nueva versión de la gestación natural. 
Nos nacen flores; nos nacen libros:
***
“Hogar” será donde sea que estemos, y ésta será nuestra canción:
sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

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