Los funerales.
La escuela de las lágrimas.
La felicidad en espera.
La vida de oficina.
Las pesadillas de ahogo.
Las palabras tempestivas.
Los sótanos de flashes de la infancia.
Los besos lanzados al olvido.
Lo dicho como una bofetada del espacio.
Lo callado creciendo raíces hacia adentro.
La toxicidad que se confunde con amor.
Los deseos que me han hecho creer que son prohibidos.
Los mandamientos que me atan de manos.
Las mentiras que me han amordazado.
Las terapias intensivas.
Los últimos atisbos de latido.
Todos mis demonios,
todos…
Los entrego a la noche
para que ella haga con ellos lo que quiera.
Confesaré mis demonios
como una promesa de fidelidad
hacia mi propia identidad,
y cuando llegue la noche rezaré
esta promesa inaudita
de borrar(me) los acentos y escribirme:
ahora y siempre por los siglos de los siglos,
AMÉN AMEN.
como una promesa de fidelidad
hacia mi propia identidad,
y cuando llegue la noche rezaré
esta promesa inaudita
de borrar(me) los acentos y escribirme:
ahora y siempre por los siglos de los siglos,
Imagen: Pinterest
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Este es el tercer capítulo de 12. 12 Mandamientos. 12 extracciones de sangre. 12 respiraciones boca a boca. 12 poemas, o no, 12 textos que buscarán su propia forma y la encontrarán en tus ojos.
Hasta el próximo capítulo,
S.
AMEN, así, sin acento. Suena mucho más lindo para terminar todas las oraciones…
(Me encanta la musiquita que me estás haciendo descubrir con tu blog)
ay Sofi! qué lindo entrar y encontrarme en cada post con un comentario tuyo… Gracias, gracias, gracias…!! y me encanta que te guste la musiquita 🙂