Escenas de verano:
No me importa el sudor frío del vaso.
El maridaje de naranja y zanahoria hace bien al corazón. Me lo dijo el instinto.
No me importa la arena exfoliándome las plantas de los pies,
si promete que me crezcan las raíces en todas las ciudades.
La esencia de la playa le hace bien a la poesía. Me lo dijo el corazón.
No me importa encontrar inspiración
dejándome cegar por el sol de la mañana;
o creerme protagonista de la escena de verano, de esta escena de verano,
en la que soy todas y todos alguna vez cegados por el sol,
todas y todos exfoliados por la arena,
todas y todos sumidos en un zumo de estación que arremete los sentidos.
Todas y todos:
fresca, natural y algo etérea,
inhalando intensidad con música de fondo: