No se pueden medir las sensaciones; ni puedo decidir cuándo escribir .
No puedo encender y apagar las ganas de volcarme en el papel, o definir cuándo prefiero escribir en formato digital.
No se puede. Hay “cosas” que no se pueden definir; y hasta “cosas” sabe a poco. 
– ¿El amor es una “cosa”? 
– No cuestiones. Acordáte de dar por olvidada la ansiedad de cuestionar. No (te) cuestiones.
Entonces, no atemos anclas ni busquemos entre líneas en canciones. No digamos “en sentido figurado”. No busquemos desenredo en las historias que necesitan enredarse para darse.
Dejémonos fluir. Dejemos que la historia siga el cauce que merece; que se abran los candados, que se inventen más ciudades sin mayúscula. Dejemos que se tracen los puentes a su tiempo, y el tiempo se diluya cuando quiera y sienta ganas.
Soltemos. Soltemos los mapas, las dudas, el afán de controlar. Bajemos las barreras. No se puede cuestionar el curso de los ríos o la historia entre nosotros. No se puede.
(Abre las manos).

sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

3 Comments
  1. No se puede controlar el afan de controlar tampoco, pero "soltar los mapas" es un mantra sabio que me dijeron dos hermanas mientras tomábamos café con leche en pleno verano, y entonces comenzó a aparecer en medio de la calle, cuando busco hacer magia en la cocina, mientras bailo tango, al hacer el amor, en la meditación del dejar ir, cuando hablo de cicatrices. "Dejar fluir" son dos infinitivos que me fascinan cuando están juntos.

  2. "Soltemos. Soltemos los mapas, las dudas, el afán de controlar. Bajemos las barreras. No se puede cuestionar el curso de los ríos o la historia entre nosotros. No se puede.

    (Abre las manos)."

    Llevo la palabra tatuada en la piel y sin embargo… El afán de controlar y la necesidad de mapas (emocionales) siguen siendo más fuertes que esa parte de mí que quiere soltarlo todo, para volver a llenar los pulmones de aire limpio (que quiere encontrar el camino a casa dejándose perder).

    Pero lo sigo intentando, imagino que entonces estoy en la senda correcta.
    (Y usar la palabra "senda" me hace pensar que estoy más agarrada a los mapas de lo que quisiera admitir)

    En fin…ni sé qué quería decir con todo esto. Amo tus letras y el modo en que hacen eco en mí. Gracias, muchacha, por escribir(nos).

    (Voy a usar el "Abre las manos" para gestar algo porque quedó sonando adentro mío)

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