Me he inventado una voz para Virginia.
Todos los colores primarios
se han juntado a tomar el té
bajo el sol de otoño.
se han juntado a tomar el té
bajo el sol de otoño.
Leo a Carver y entiendo que hay un poco de mí en todo lo demás.
La delicia de la plaga:
La escritura.
Virginia y yo.
La muerte me ha partido al medio:
era otra antes de perder a mi padre.
Vuelve Carver y yo aún escribo.
Todos mis muertos y yo:
los que escriben,
los que leen,
los que dan a luz y dan a vida.
También soy ellos y la delicia de la plaga.
Soy dos que viven,
dos que escriben,
dos que sienten.
La muerte y yo;
y yo después de la muerte.
“Llevamos la conversación íntima.
Dejar que el lector sea parte de nuestro mundo, disuelve el anonimato“,
le escribo a Magalí.
Dejar que el lector sea parte de nuestro mundo, disuelve el anonimato“,
le escribo a Magalí.
Estos días fueron caos y la frase de un padre ajeno:
“cuando hay amor, las distancias no existen“;
“cuando hay amor, las distancias no existen“;
por un segundo mi padre también estuvo ahí.
Carver escribe en 1986 sobre la vida de su padre.
También yo / So do I.
Y nací ese mismo año.
Y nací ese mismo año.
“Lo voy a doblar y colocar debajo de la almohada como un secreto.“
Todo.
Lo escribiré todo.
Todos mis muertos y yo…
También soy ellos:
El brindis de la delicia de la plaga.