De sonidos relajantes y notas audaces, así se podría definir a Ingrid Michaelson, quien se va posicionando como una particular solista.
Su voz, suave; sus canciones, breves, ideales para dejar fluir hasta las ideas más nostálgicas. Siempre se asegura de cautivar, hasta al que la escucha de siempre.
Acompañada de letras frágiles, que expresan con exactitud el enamoramiento y desenamoramiento constante, logra alcanzarte, y llega a conquistar tu inconciente indie, ese que todos tenemos, aunque dormido.
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