Sigo derramando lágrimas sobre el teclado.

Siento el temblor por debajo de los pies. 
La grieta.
***
Hablo con Carla y siento que también Marina y Magalí, aunque no estén en Buenos Aires. 
Hay algo que ya está dado. Hay una oleada que vemos venir. “Es como la calma antes del Tsunami” dice Carla la tarde anterior, luego de haber escrito un borrador sobre el Tsunami y los labios verticales. 
No sé explicar lo que (nos) sucede porque sería querer tapar el sol con el índice y no alcanza; las palabras no (me) alcanzan y hoy siento que eso, justamente eso, es parte de esta traslación.
***
Le escribo a Magalí.
Estoy llorando porque de todas las veces que leí a Luna nunca había leído estas exactas palabras. Estoy llorando porque recuerdo que Marina me envió un relato de París acordándose de mí.
Estoy llorando porque ella Luna, yo Sol y España en el medio. Y también las cicatrices. Lloro el desdoblamiento del cuerpo que parecía una locura y ayer fue más real. “Tu yo-cuántico te está dando las respuestas” me dice Nora
Hoy me encuentro en un relato de Luna, un relato de madres, un relato de meses.
Maga y la Luna como un faro que sabe a dónde iluminar.
The spotlight has been revealed.
***
El inglés ha regresado a mi vida.
Le escribo un poema al hombre que me tomó de la mano y cruzó la frontera natural de mis labios verticales. Lo pienso dulce.
The block that got stuck in between‘. Nos separan 100 metros, 10 años y una noche de verano.
Escribo: I’ve (b)eaten all verbs, baby.
He devorado los verbos y he decidido dejarme abatir por el presente.
Aún no sé si alguna vez me he enamorado.
***
Los cuatro elementos naturales,
los cuatro puntos cardinales,
el Mar de dos caras:
Mi cuna soy yo,
me dejo mecer por los hilos del mundo.

***

El desdoblamiento del cuerpo.
De la lengua.
Del deseo.
La grieta:
Creo que ya estoy del otro lado del Atlántico.

Imagen vía Eclectic Trends

sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

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