(Una voz)
Tienes que encontrar la forma de volver;
luego en el idioma adolescente:
You have to find the way back.
Una plegaria en la pantalla:
Santa María de los Hospitales,
he visto un episodio de hace 10 años atrás
y me he perdido en los pasillos del recuerdo.
Sálvame.
(Una voz)
Déjate perder.
Acepta que los hospitales,
la muerte,
y los ojos que se cierran 
han sido y serán parte de tu vida.
La madre de las dudas:
¿Superaré la pérdida,
las manos que se posan sobre el pecho,
y los huesos devenidos a cenizas
mientras siga estando viva?
(Una voz)
La anatomía de la ausencia es tierra de nadie.
Me dejaré caer
en manos de mi historia;
me dejaré mecer
para tener-me.
La madre de todas las verdades:
La pérdida y la ausencia
son parte del camino;
y el amor.
El amor sobre todas las palabras,
sobre todos los océanos,
sobre todas las camillas,
sobre todas las maletas que viajan separado.
(Una voz)
Tienes vértigo de amor.
Pero el miedo y el amor 
son parte de la vida.
There’s no way back
‘cause I am my way home.
No hay camino de regreso
porque soy mi propia anatomía:
tierra de nadie,
mujer a la deriva;
y el amor.
El amor como destino circular;
sobre todo lo que oxida.
Imagen vía Pinterest
sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

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