25 de julio de 2015. 5.00 pm.
“Things that got lost in the fire.“
Abre los ojos porque voy a contártelo todo.
Me han talado una parte de raíz y mi honestidad, en ocasiones, me ha dejado sola.
He regalado un “te quiero“; he sostenido las ganas de besar sin fronteras; me he dejado perder en un abrazo como si no hubiera mañana.
Conozco más salas de hospital que bares de noche en Buenos Aires.
He aprendido cómo mover el peso muerto de un cuerpo en una cama, pero aún tengo dificultad para entregarme en el orgasmo.
Soy un capullo que sólo se abre cuando se siente seguro del sol. Al abrirse, siente miedo de agotar de una vez todo su perfume, y vuelve a cerrarse.
Clarice me describe las violetas: “se esconde para poder captar su propio secreto.” Esto es lo que hago. La búsqueda será entonces mi eterna religión.
Todavía no he hallado a nadie que me comprenda por completo.
¿Acaso me resisto al sol para perpetuar la búsqueda? El sol enciende las partículas de mi perfume. Créeme: le temo al incendio. Y esto lo digo sin permiso de mí misma; insolente con la voz que siempre me aconseja:
que no he de revelarte todos mis secretos para no verte partir
que no he de ejecutar el misterio con el filo de una guillotina
que no he de decirte: “soy el exorcismo” para que no te asustes de mí
Pero es que hasta yo me asusto de mí, tanto como temo el incendio.
La voz me dice: aléjate del fuego, a menos que quieras convertirte en una flor hecha cenizas. Insolente, yo me abro. Me abro al mundo, me abro a ti, me abro al sol. Porque no puedo mentirme ni des-admitirme.
Me prendo fuego
en mi perfume
en lo que escribo
en lo que siento
… Ahora sí, ya puedes volver a correr la mirada.
Imagen vía anormalmag.com
¿Estás segura de que no estás hablando de las cosas que siento yo? Si te cito todas las frases en las que resueno, tendría que copiar más de medio poema, y quizás aún así me quedaría corta.
En cambio, te dejo con algo que a veces pienso y que me vuelve al leer tus letras:
Siempre digo que yo no sé querer. En realidad, si me sincero, no es que no sepa querer, es que no sé entregarme. Que tampoco es verdad: la verdad es que querer con toda la entrega con la que puedo me da miedo.
(Al final, somos menos originales en los sentimientos de lo que a veces creemos. Sólo que algunos tienen formas muy bonitas de expresarlos, como vos).
Ay es que sos una dulce Sofi! Nos tenemos que conocer, y sé que así va a ser! No hay nada más lindo que reconocerse en la voz del otro 🙂