25 de enero de 2018.
Escribir para ensamblar el rostro de lo cotidiano:
Tierra nueva; terreno fértil en estos días hábiles de café français, corazón. Menta y página adorada.
Algo persiste. Vuelvo a alimentarme del seno de la palabra como una cría recién nacida, recorriendo la última milla de lo que he sido, vislumbrando la musa que se esconde en el rincón blanco de cada hoy.
Digo: Suerte, Aluminé. Suerte. Recuerda que las mejores cosas de la vida están destinadas a ser compartidas.
Jueves. Mañana será otro día.
Tomar palabras sueltas y, con ellas, trazar un puente.
Imagen: tumblr.com