Y qué ironía que mi Hogar ha servido de Hospital a una sucesión de nacimientos:
2008 – El nacimiento del cáncer en la mujer que me dio la vida.
2010 – El nacimiento de los síntomas de cáncer de pulmón de mi papá.
2012 – El nacimiento de un viaje vital.
2013 – El nacimiento de dos Hermanas con el corazón a la intemperie.
2014 – El nacimiento de un libro.

Y qué ironía que Hija y Hospital compartan el asiento delantero:
H.
H de Hija, una palabra que de ahora en más me auto-pronuncio.
H de Hospital, el espacio en el que convergen la vida y la muerte.
H de Huérfanas, una palabra estacional como resurrección del invierno.
H de Herencia, volver a ver su esencia cada vez que miro a mi Hermana a los ojos.
H.
H de Hoy. 

Y Hoy debo admitir que durante mucho tiempo, quizás demasiado, los Hospitales han sido mi Hogar, y viceversa.
Y qué ironía que H, la letra muda, haya marcado a quien Hoy prefiere no callar y cruzar a través de las palabras.

***
23 de abril de 2015: un poema que escribí para la presentación de La Hija del Cambio.

Imagen: Pinterest

sol

A los 10 años encontró refugio de la ciudad de la furia en una máquina de escribir. Más tarde conectaría con la escritura de viajes en un intento de traducir la mirada poética sobre el mundo que la rodea. Desde entonces, se ha alejado y ha vuelto a la poesía como quien vuelve a los brazos del amante: buscando calor.

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