Cuando baja el cielo
todos los intentos de dudar
se ven despedazados por las nubes,
y la textura de la niebla
engendra agallas x mayor.
Cuando baja el cielo,
vos y yo nos animamos a correr
detrás de nada y de nadie;
yendo a ningún lado
pero en la misma dirección.
Cuando baja el cielo
nos creemos superhéroes
descendientes de la crisis
que aspiran a tejer un poco más de cielo
con las manos.
Trozos de cielo,
nexos del cielo,
pociones de amor y de sexo;
caricias de lluvia con tendencia al terciopelo
con el frío y el invierno haciendo estragos de verano.
Antagónicos,
anticrisis,
contradictorios;
alérgicos al conformismo…
y todo eso, cuando baja el cielo.
Foto: Sol Iametti