Ojalá tu boca y la estocada del invierno
con pudor de hacerse brisa de verano.
Ojalá acercarnos a la orilla.
Ojalá tu boca y las siestas en las plazas de Venecia;
Y los paréntesis cediendo territorio
a los puntos suspensivos que te esperan en mi cama.
Ojalá tu boca con un ego Central Park
y mis labios de Montmartre compartiendo habitación.
Ojalá tu boca y el exilio de rutina.
Ojalá tu boca y las ganas sobredosis;
Y la resurrección de los pulsos,
Y la exclusión de los pretextos.
Ojalá tu boca devolviéndome a la vida.
Ojalá tu boca…
y tu boca un poco más.