¿Qué define el sentido de permanencia de una sensación? ¿Cuánto se extienden en el tiempo? ¿Cómo saber si es sensación o sentimiento?
Entonces pienso: sensación – sentimiento – sensible – sensorial – sentido… Y para mí todos forman una lista. Los apilo prolijamente en una nota mental; uno sobre otro, y otro; compartiendo su inicial; recostados sobre una misma base.
“S”, la inicial que genera pudor cuando precede a la e, la x y la o; la inicial que compone el universo por partida doble; la inicial que se pone a merced para ayudarnos a aumentar las cantidades, y en lugar de estar al frente, pasa al fondo de la clase: alumnos, lecciones, nosotros; o la inicial que se espeja en principios y finales: sábanas, sentidos, sensaciones. La “S” como común denominador en nuestro intento matemático de medir los sentimientos.
Entonces pienso: ansias – amor – anhelo – amantes … Y ellos también forman una lista. Pero intento apilarlos y se escurren de mis manos; uno se vierte sobre el otro, y el otro; compartiendo su inicial; deslizándose sobre una misma base: mi cama; “C” de cama.
“C”, de cada silueta que albergó mi cordura, con la única intención de persuadirla; cada historia que inspiró mis poemas, mis notas, mis palabras; cada todo, que de tan todo, nada; cada nada, que de tan nada: sensación y sentimientos; y ansias; y anhelos… y toda esta nada: una lista que se escurre por los huecos de mi Cama (en Singular).
“El Amor me enseña a alimentarme
de las llamas y las lágrimas;
a marchitar la verde esperanza a través del deseo;
a esclavizar mi corazón cada vez que el Amor
libera su noble rostro
de ese pesado desdén;
el Amor también me enseña a soportar su peso
cuando sueño que él está allí,
seduciéndome, tocándome;
y en este dulce encuentro
el dolor desaparece,
y mi amado disfruta mi languidez.”
Vittoria Colonna
El sentido de permanencia de una sensación, en 20 canciones: