Tengo una canción en mi cabeza. Tengo la frase de una canción en mi cabeza, y no deja de sonar, y me alegra que así sea: “Quiero que sientan lo que siento.“
Frases… A veces siento que mi vida es una torre semi-construida con frases de terceros, frases que me inspiran a darle luz a frases propias, o a textos enteros, o a días consecutivos de escritura.
Hoy es un día de sacar cuentas sin números; sacar cuentas con frases. Entonces, escribo:
– ¿Y la plata?
– ¿Y la paz?
Frases… Mi vida entera es una torre de frases con estratos de interrogaciones que hacen bien al corazón, y no tanto a la cabeza. Entonces, escribo:
– Estás loca.
– Mejor así.
En mi torre, la paz y la locura son vecinas. Se llevan bien. Les gusta vivir anexas.
La paz: la paz de detenerse, no a pensar, sino a sentir y escucharse. La locura: la locura de actuar desde adentro, desde lo que uno siente. Locura inentendible para ciertas miradas, locura necesaria para mí; locura que me lleva hasta la puerta de la paz, timbre 1000 veces infinito “A” (de adentro). La luz que nace desde adentro y me abre paso a miedos nuevos, energías nuevas; finales que dan luz a nuevos comienzos.
La paz: la paz de detenerse, no a pensar, sino a sentir y escucharse. La locura: la locura de actuar desde adentro, desde lo que uno siente. Locura inentendible para ciertas miradas, locura necesaria para mí; locura que me lleva hasta la puerta de la paz, timbre 1000 veces infinito “A” (de adentro). La luz que nace desde adentro y me abre paso a miedos nuevos, energías nuevas; finales que dan luz a nuevos comienzos.
Mi torre… Yo, puente. Las frases y las palabras. Una temporada de conversaciones conmigo intentando convencerme de que era lo incorrecto hacer lo que sentía. Y es que a la hora de tomar decisiones de las grandes, de las que giran el tablero a tu favor, uno suele ser su propio contrincante, atándose a prejuicios ajenos, juzgándose desde un estrado kilométrico-años-luz.
Hoy es un día de sacar cuentas de estadios. Me separo del pasado, me llevo lo que sirve y lo demás lo dejo atrás; descargo mi mochila para sentirme más liviana. Doy un paso al costado y veo las baldosas que avancé (baldosas flojas como decía en otro post). Sonrío. Sonrío porque este es un tramo producto de mi propia decisión. Sonrío por haber aprendido a rodearme de energía que es fuerza, potencia, intensidad. Sonrío por los despertares. Sonrío por otros que también quieren que sientan lo que sienten, y aún más, se animan a vibrarlo.
Frases… Somos letras. Mejor escribir frases que valgan. Mejor textos que ayuden a crecer. Mejor los libros; mejor las frases que empalman… Porque después de todo: La unión hace la fuerza (otra frase).
La vida está hecha de oportunidades
Música para los sentidos